Estimulación Temprana
La primera infancia comienza
desde la gestación hasta los 6 años. Esta etapa es considerada la base para la formación del individuo en su
desarrollo físico, cognitivo, emocional y social por este motivo nace la necesidad de orientar
a los padres para que se involucren de una forma más responsable en la crianza
de sus hijos e inclusive desde antes de nacer, que tomen conciencia que el bebé
aprende dentro del vientre materno, que escucha las voces, siente los
movimientos externos, que sabe cuándo la mamá esta triste o alegre. Por todo
esto nació el concepto de estimulación adecuada para que los padres aprovechen el
día a día, mes a mes en la crianza de su
hijo, que entienda que esta no es una labor de una persona que esto involucra a
toda una familia. La estimulación
adecuada es una guía para saber qué hacer en cada momento, brindando un
ambiente de tranquilidad y confianza para que el niño desarrolle sus
potencialidades, respetando sus derechos pero no olvidar inculcarles unos
deberes y valores que son fundamentales en la formación de una persona.
Al tener un bebe si se tiene
la precaución observaremos la capacidad
que tiene para aprender, por ejemplo cuando se le estimula el lenguaje por
medio de la repetición quedamos sorprendidos como su vocabulario se enriquece (cuando
él bebe hace algún sonido y el adulto se
lo repite). Muchas veces nos encontramos con
padres que al preguntarles si estimulan al bebé la respuesta es no y al
preguntarle que le hacen al bebé muchos responden que le habla, acaricia, besa,
abraza. Al escuchar esta respuesta nos damos cuenta que los padres desconocen
que sin saberlo están estimulando.
Durante su primer año los padres
se darán cuenta que no es un ser pasivo sino dinámico y único que le gusta ver,
tocar, oír y explorar y la manera de
saciar su curiosidad es por medio del juego que a la vez sirve para estrechar
los vínculos afectivos. Hay algo que los padres no pueden olvidar , que la
estimulación es para ayudar en su
desarrollo integral que esto no es una competencia, no se puede forzar al
bebé que él responda con su propio ritmo
y no al ritmo de los demás, que cada niño es único y así evitaran las
comparaciones.
En el segundo año se verán
cambios significativos (camina con mayor equilibrio, corre más rápido, su
vocabulario es más rico, Etc.)
De esta manera cada año que pasa
veremos los cambios que el niño(a) ya tiene en su desarrollo físico, cognitivo,
emocional y social, nos daremos cuenta que las primeras estimulaciones fueron
fundamentales para que el niño(a) sea sano, inteligente y capaz de convivir en
una sociedad respetando las diferencias de los demás y decirle a aquellos
padres que no tienen tiempo para dedicarles a sus hijos que este es:
"EL TIEMPO
QUE VALE LA PENA PERDER”
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